Marketing JM - Abril 30
¿Sabías Que .. ?
Descuidar el lenguaje: Nunca se debe olvidar que la función de la hoja de vida es comunicar todas las cualidades que hacen ideal a una persona para el trabajo. Este objetivo no puede ser opacado con faltas de ortografía o de redacción. Tampoco con un lenguaje confuso o rimbombante y con términos rebuscados. En este caso, la simplicidad es la mejor aliada. “Si no puedes depurar el lenguaje para que sea comprensible a cualquier persona por fuera de la institución en la que trabajas, parecerás un ‘snob’ al que no se le puede pedir que traduzca su experiencia a frases entendibles”.
Que no sea pertinente con los requisitos de la oferta laboral: Ajustar la hoja de vida al perfil y a las exigencias del trabajo siempre es una opción ganadora. Quien está revisando el currículo no tiene por qué leer ocho páginas sobre información irrelevante para los requisitos exigidos para la vacante. El consejo es que las aptitudes y conocimiento necesarias en la oferta laboral estén primero que el resto de la experiencia. Se recomienda usar la descripción del trabajo como guía para construir el currículo.
Una hoja de vida desorganizada: Las personas que realizan los procesos de selección nunca tienen suficiente tiempo para leer todas las hojas de vida que reciben. Hay que facilitarles la tarea y asegurarse de que miren lo más importante. Por eso se recomienda dividir la hoja de vida en secciones claras para que los encargados de revisarla encuentren fácilmente los logros, trabajos anteriores y reconocimientos. Siempre con el énfasis puesto en las exigencias del trabajo.
El orden cronológico: Al empleador le interesa saber cuáles fueron los últimos trabajos del aspirante y el tiempo que duró en ellos. Así como las publicaciones más recientes, en el caso de los académicos. Por eso la hoja de vida debe registrar los empleos del más reciente al más antiguo. De lo contrario, la persona que lee el currículo puede concluir que la última vez que el candidato trabajó fue hace 15 años, por poner un ejemplo. De nuevo, las hojas de vida no se leen en detalle.
No numerar las páginas y exagerar con el uso de negrillas: La recomendación es marcar todas las hojas del currículo con el nombre como encabezado y numerar las páginas. Esto en un sentido práctico tanto para quien lo está leyendo como para el que lo escribió. Además, es muy común que las páginas de una hoja de vida se caigan, se desprendan, se desorganicen, se confundan con las de otros aspirantes. Es mejor no correr riesgos. En cuanto al uso de negrillas, si es exagerado puede terminar haciendo énfasis en muchas cosas y evitando que absolutamente nada sobre salga.