Marketing JM - Mayo 07
Los jóvenes desafían los modelos establecidos en las organizaciones.
Lo hacen a propósito
Los jóvenes desafían los modelos establecidos en las organizaciones.
por Esteban Morin - Cia de Talentos
―Me importa poco la facturación de tu empresa, o cuántos empleados tiene ―se despacha Marina en la entrevista―. Me imagino que si están contratando más gente, mal no les va. Lo que a mí me interesa saber es qué están haciendo para dejar un mundo mejor, cuál es su plan de sustentabilidad y cómo están disminuyendo su huella de carbono.
Entrevistador pálido y balbuceante, candidata esperando respuesta. Cae telón: fin de la escena.
Como Marina, cientos de jóvenes hoy eligen las empresas a las que postular ―o los proyectos en los que participar―, a partir de compartir valores, de alinearse con un propósito y de identificarse a un nivel emocional con los equipos de trabajo y su jefe. Esto no es nuevo, pero hoy se ha tornado mucho más evidente.
En la encuesta que llevamos a cabo en América Latina en 2016, con más de 94.500 jóvenes estudiantes y graduados universitarios, se comprueba esta tendencia en estadísticas duras: el 54% de los jóvenes quiere emprender su propio negocio durante su trayectoria profesional y el 33% comenzó a planificarlo durante el último año.
En seis de los ocho países encuestados (Colombia, El Salvador, México, Panamá, Paraguay y Perú), los jóvenes prefieren un trabajo relacionado con emprender, a excepción de Argentina y Chile, donde predomina la elección de un trabajo en relación de dependencia. En conclusión, podemos decir que muchos de los jóvenes que están ingresando al mercado laboral prefieren dedicarse a su propio proyecto antes que pertenecer a una compañía, y podemos afirmar también que, los que sí eligen una empresa para desarrollar su carrera, son mucho más exigentes a la hora de poner condiciones.Curiosamente, la mayoría de los jóvenes en Argentina (57%), Chile (64%) y Paraguay (52%) declara no tener una empresa de los sueños, mientras que en el resto de los países la mayoría sueña con trabajar en alguna empresa, aunque “Ser Emprendedor” se ajusta más a su preferencia.
―¿Que por qué ustedes deberían tomarme a mí? Mejor te devuelvo la pregunta ―retruca Juan―: explicame por qué yo debería trabajar con ustedes.
Entrevistador rojo de vergüenza ―y también de ira― aprieta los puños y se cierra el telón del segundo acto.
Citando a Alvin Toffler (que a su vez cita a Herbert Gerjuoy), si no logramos “aprender, desaprender y reaprender”, nos volveremos analfabetos en el siglo XXI.
Un contexto cambiante, con la popularización de una economía colaborativa, por ejemplo, nos empuja a aprender nuevas formas de gestionar nuestras organizaciones y de impulsar los negocios. Del mismo modo, y en línea con lo anterior, es necesario que construyamos nuevos vínculos con nuestros clientes, consumidores, colaboradores (antes empleados)… en fin, con todos nuestros stakeholders.
Debemos desaprender el modelo de las empresas en la posición de poder. Hoy la relación es de paridad: así como pedimos a las personas alrededor y dentro de nuestra organización, debemos ofrecer y estar dispuestos a ser exigidos. En este sentido, es fundamental comprender que los jóvenes esperan tener experiencias de vida que los enriquezcan profesional y personalmente; quieren desarrollarse, alcanzar posiciones de liderazgo y tener intercambios internacionales. Ya no hay foco en la meta ni el largo plazo, lo que importa es el camino.
No menos importante es darse el tiempo de reaprender ―o si se quiere más profundamente, resignificar― cómo el trabajo sigue siendo una parte fundamental de la vida. Hay que volver a hacer consciente la decisión de cuánto tiempo y energía vital invertimos en esto. La mirada de los jóvenes hacia el mundo laboral es una invitación a reflexionar sobre cómo nuestros valores se relacionan con lo que hacemos en el trabajo y en cuánto nuestro día a día puede ser una forma de realización de nuestras ambiciones más profundas, tales como construir un mejor futuro para el país, dejar un legado o cambiar el mundo.
El trabajo muestra lo que somos y lo que aspiramos ser. Muchas veces, trabajamos como quien no quiere la cosa, como si el presente fuera algo que nos ha tocado y no lo hubiésemos elegido. El cuestionamiento que los jóvenes traen hacia las organizaciones ―hacia las personas que preexistimos en las organizaciones― nos devuelve una pregunta incómoda: ¿Cómo conectamos con el momento actual para hacerlo realmente “a propósito”?
Esteban Morin es Gerente General para Cia de Talentos en la región de Latinoamérica. Se especializa en la atracción, selección y desarrollo de personas, y asesora organizaciones de toda índole en la gestión de su talento humano. Conduce en Argentina, Chile, Colombia, El Salvador, México, Panáma, Paraguay y Perú la encuesta Empresa de los Sueños de los Jóvenes, que investiga tendencias de carrera y empleo en toda América Latina.